
Obra literaria
De Niña Soviética
- 2013-2015-2018 -
lo que aparece a veces por mis sueños: un lodazal de Stalingrado el patíbulo en el que murió Fucik el perfil de Largo Caballero la trenza de la Pasionaria la soga con la que se colgó Marina Tsvetáieva --y de ella veo el perfil de su zapato el tacón gastado: cariño mío qué alegría hasta que el alba alcance a la siguiente (y son sus voces las que escucho aquí mis sueños son apenas ecos de sus ecos) a veces aparecen la cabeza ensangrentada del Chacho Peñaloza el útero canceroso de Eva Perón el olor de la sífilis que mató a Belgrano la carne blanda de Osvaldo Lamborghini una letrina en el Olimpo deshechos por mi casa pasa el río marrón las barcazas enormes donde humean los huesos de los que alguna vez vivieron todo eso sueño a veces el mapa ciego de la historia su pilón de excrementos sueño con lo que el tiempo fue desintegrando
De La Buena Educación
- 2009-2018 -
El día que quemaron los libros, Laura todavía no había leído a Borges. Ninguno de sus libros estaba entre los restos de esa biblioteca que ardía y humeaba en el patio de atrás de su casa. Un oligarca, le había dicho su viejo cuando ella le contó que en el colegio había tenido que leer uno de sus cuentos. Ese sí que no escribe para nosotros. Al carajo Borges. Ese escribe para los ricos. ¿O acaso alguien en el barrio le había hablado alguna vez de Borges? Faltaban unos cuantos años para que Laura, exiliada de su domesticidad chiquita y barrial, descubriera La biblioteca de Babel. Sin embargo, esa tarde de marzo iba a tener una intuición que confirmaría con el tiempo y la lectura: una biblioteca era el mundo y los libros una cifra del universo. ¿Qué otra cosa podían ser esas páginas y páginas de letra escrita que junto con su padre veían carbonizarse y volar convertidas en cenizas?
De Una Perra
- 2012 -
soy sombra enfalecida bivalvo que no abre su boca ni su lengua cuerpo de sal fui anémona cisne pluma y verde prado memoria llena de alegría ahora soy mujer que vive de su espera enfaltecida soy arrecife médano arena los pies descalzos escamados como peces más que muertos materia aconchillada lamida por la espuma soy resto de naufragio cosita basura de lo que trae el mar
De Sangra en Mí
- 2018 -
Yo quiero escribir muertos. Escribir mi madre muerta y los demás. No somos —todos, ellos, mi madre y yo— más que historias contadas hasta el infinito y vueltas a contar. Este es el páramo donde se escucha el murmullo de los ya idos. Ella habla a través de mí y me los convoca. Yo escribo su palabra que no es la que se dice. Es la palabra de silencio, de lo que nunca es lo dicho (…) Repaso la lista de preposiciones: a mi madre, ante mi madre, bajo mi madre, cabe mi madre, con mi madre, contra mi madre, de mi madre, desde mi madre, en mi madre, entre mi madre, hacia mi madre, hasta mi madre, para mi madre, por mi madre, según mi madre, sin mi madre, sobre mi madre, tras mi madre. Es el espesor de su lengua lo que quise siempre, lo que quiero, la densidad de su palabra dicha —por ella y por los otros—. Todas las voces se cruzan en el eco de la palabra de mi madre. Ella es todos los muertos. Ella es todo lo que ha muerto. Literalmente lo que fue habla por su boca (y yo le doy la letra). El lenguaje es mi casa embrujada.
De La Persistencia
- 2022 -
está escrito yo lo escribo en la hendidura de mi letra: de aquí en adelante yo no sé (contra todo presagio sobreviene un silencio un tiempo roto) yo no sé qué será (¿a vos te hablo? ¿a vos? ¿dios mío?) ¿de esta pestilencia? excava en el pasado mi palabra pequeña se come su noche la destripa digo yo –y digo— ¿con qué ojos miro muertos? ¿con qué manos? un hueso de azúcar (el pasado) entre los dientes ¿irá larga mi lengua los ojos vueltos hacia el corazón del mundo?